
Déjame compartir esta versión reconfortante de pastel de pollo que se ha vuelto imprescindible en mi cocina. Imagina todos esos sabores envolventes mezclados con fideos tiernos en una salsa aterciopelada. Inventé esta receta para esas noches cuando necesitas algo calentito y casero pero no tienes ganas de batallar con la masa. Se ha convertido en el plato favorito que mi familia siempre me pide.
Lo que hace especial este plato
He tomado lo mejor del pastel de pollo tradicional y lo transformé en algo que puedes preparar cualquier día de la semana. La salsa cremosa abraza cada fideo mientras las verduras y el pollo crean ese bocado perfecto que tanto nos consuela. Y lo mejor es que probablemente ya tengas casi todos los ingredientes en tu cocina.
Todo lo que necesitas
- Fideos tipo huevo: Estos fideos gorditos aguantan muy bien la salsa cremosa.
- Pollo: Córtalo en trocitos pequeños para que se cocinen rápido y bien.
- Mantequilla: Usa sin sal para controlar tu mismo el sabor.
- Aceite de oliva: Un chorrito evita que la mantequilla se queme.
- Cebolla: La amarilla dulce crea la base perfecta de sabor.
- Apio: Le da ese toque característico que tanto nos gusta.
- Ajo: El fresco sabe mejor pero el picado en bote también sirve.
- Guisantes y zanahorias congelados: Te ahorran tiempo y quedan genial.
- Maíz: Añade pequeños toques de dulzura por todas partes.
- Harina: Ayuda a espesar esa salsa tan rica.
- Caldo de pollo: Uso el bajo en sal para controlar el punto.
- Nata para cocinar: Hace que todo quede cremoso y suave.
- Condimentos: Simplemente sal y pimienta, y hierbas si te apetece.
Cocinemos juntos
- Paso 1: Empieza con la pasta
- Pon agua con bastante sal, llévala a ebullición y cocina los fideos hasta que estén al punto. Guarda un poco de esa agua antes de escurrir, te vendrá bien después.
- Paso 2: Prepara el pollo
- Calienta tu sartén más grande con mantequilla y aceite. Cocina el pollo hasta que quede doradito por fuera y jugoso por dentro, unos 6 minutos. Resérvalo mientras preparamos el resto.
- Paso 3: Crea la base
- En la misma sartén, sofríe la cebolla, el apio y el ajo hasta que suelten su aroma. Añade las verduras congeladas directamente, se calentarán rápido.
- Paso 4: Hazlo cremoso
- Espolvorea harina por encima y deja que se cocine un minuto. Luego vierte poco a poco el caldo y la nata, removiendo hasta que espese y quede bonito.
- Paso 5: Júntalo todo
- Vuelve a meter el pollo y los fideos en la sartén, deja que todo se caliente juntito. Si queda muy espeso, ese agua de pasta que guardaste lo arreglará.
Formas de darle un giro
- Cambia el pollo: A veces uso muslos, le dan un sabor increíble.
- Más verduras: Échale champiñones o espinacas, quedan de maravilla.
- Ponle queso: Un puñado de queso manchego rallado lo mejora todo.
- Toque crujiente: Ponlo en una fuente, añade queso y pan rallado, gratina hasta que dore.
- Versión ligera: Cambia la nata por leche evaporada, funciona muy bien.
Guardando las sobras
- En la nevera: Se mantiene perfectamente unos 5 días en un recipiente cerrado.
- Para recalentar: Añade un chorrito de caldo o nata mientras lo calientas para que siga jugoso.
- Para congelar: Divídelo en porciones y congela hasta 2 meses, perfecto para días ocupados.
Mis mejores consejos
- Vigila los fideos: Déjalos al dente, seguirán cocinándose en la salsa.
- No llenes demasiado la sartén: Cocina el pollo por tandas si hace falta, dorará mejor.
- Salsa perfecta: Deja que la harina se cocine bien o la salsa sabrá a crudo.
- Guarda ese agua: El agua de la pasta es mágica para ajustar la consistencia.
- Organízate: Pica todo antes de empezar, cocinarás mucho más tranquilo.
Completa la comida
Una ensalada verde crujiente mantiene todo equilibrado. Me encanta un pan rústico calentito para mojar en la salsa. Sírvete una copa de vino blanco y de repente esta simple pasta se convierte en algo bastante especial.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar otro tipo de pasta además de los fideos de huevo?
- Aunque los fideos de huevo son ideales, puedes optar por pastas como fusilli o penne. Solo asegúrate de cocerlas al dente porque seguirán cocinándose un poco en la salsa.
- → ¿Cómo puedo evitar que la salsa quede demasiado espesa?
- Vigila la salsa mientras hierve y revuelve de vez en cuando. Si se pone muy espesa, añádele un poco de caldo de pollo hasta lograr la textura deseada.
- → ¿Puedo usar pollo desmenuzado del supermercado?
- Sí, el pollo rostizado ya cocido es perfecto para ahorrar tiempo. Simplemente omite el paso de cocinar el pollo y agrégalo directamente desmenuzado al mezclar todos los ingredientes.
- → ¿Puedo reemplazar las verduras congeladas con frescas?
- Claro, las verduras frescas funcionan muy bien. Solo asegúrate de cocinarlas hasta que estén tiernas antes de añadir la harina y los líquidos. Es posible que necesites ajustar un poco el tiempo de cocción.
- → ¿Cuál es la mejor manera de guardar y recalentar las sobras?
- Guarda las sobras en un recipiente hermético en el refrigerador. Recalienta con cuidado en la estufa o microondas, añadiendo un chorrito de crema o caldo si la salsa está muy espesa.