
Este macarrones con queso al horno de toda la vida combina pasta tierna y una salsa cremosa de queso como la que hacía la abuela. Ingredientes sencillos y un horneado cuidadoso logran esa mezcla perfecta de interior jugoso y superficie crujiente que hace especial a este plato reconfortante. Listo en aproximadamente una hora, es genial para cenas familiares o comidas festivas.
Por Qué Preparar Esto
Esta receta usa queso de verdad e ingredientes sencillos - nada de queso en polvo ni sabores artificiales. La salsa casera queda cremosa siempre, y la parte superior consigue el punto justo de crujiente en el horno. Es económica porque usa productos básicos de despensa. Además, puedes prepararla con antelación para días ocupados o reuniones familiares grandes.
Lo Que Necesitarás
- Pasta: 450 gramos de macarrones o pasta pequeña similar
- Mantequilla: 115 gramos sin sal, dividida para pasta y salsa
- Harina: 60 gramos para espesar la salsa
- Leche: 750 ml de leche entera, templada
- Condimentos: 1 cucharadita de sal y pimienta, 1/2 cucharadita de pimentón
- Salsa picante: Unas gotas al gusto (opcional)
- Queso: 500 gramos de queso manchego rallado, dividido
Cómo Prepararlo
- Cocinar la Pasta
- Hierve los macarrones hasta que estén tiernos, unos 8 minutos. Escurre y mezcla con 15 gramos de mantequilla. Calienta el horno a 190°C.
- Comienza la Salsa
- Derrite el resto de mantequilla en una olla grande. Añade la harina y cocina 2-3 minutos hasta que esté dorada. Agrega la leche templada poco a poco, removiendo hasta conseguir una textura suave.
- Hazla Quesosa
- Añade 400 gramos de queso y los condimentos a la salsa. Remueve hasta que se derrita y quede suave. Mezcla con la pasta cocida.
- Hornea Hasta Que Burbujee
- Vierte en una fuente para horno. Cubre con el queso restante. Hornea 25-30 minutos hasta que esté dorado y burbujeante.

Qué Hace Especial Esta Preparación
Esta preparación se mantiene fiel a lo básico que hace geniales los macarrones con queso - queso auténtico, salsa cremosa y esa parte superior dorada. No hacen falta ingredientes sofisticados, solo comida casera tradicional que a todos les encanta. La salsa se mantiene cremosa, la pasta conserva su textura, y esa capa crujiente de queso hace especial cada ración.
Trucos para una Salsa de Queso Perfecta
Hacer una salsa de queso suave es fácil si sigues unos cuantos trucos sencillos. Mantén el fuego medio-bajo para evitar que se queme. Añade la leche despacio mientras remueves para evitar grumos. Ralla tu propio queso - se derrite mejor que el ya rallado. Deja que el queso esté a temperatura ambiente antes de añadirlo a la salsa. Si tu salsa queda granulosa, un chorrito de leche templada y remover suavemente suele arreglarlo.
Hazlo a Tu Manera
Una vez que conozcas la receta básica, prueba algunos cambios sabrosos. Mezcla quesos diferentes como manchego con queso semicurado suave. Añade pan rallado crujiente por encima para más crunch. Incorpora bacon cocinado o trocitos de jalapeños para más sabor. Para una versión más picante, añade más salsa picante o prueba con queso con pimientos. Solo mantén las mismas cantidades de pasta y salsa.
Ideas para Servir
Sirve estos macarrones con queso calientes del horno como plato principal con ensalada verde, o como acompañamiento de albóndigas o jamón. Son perfectos para cenas navideñas, comidas compartidas o reuniones familiares de domingo. Para grupos más grandes, la receta se duplica fácilmente - solo usa una bandeja más grande y añade 5-10 minutos al tiempo de horneado.
Conservación y Recalentado
Guarda las sobras tapadas en la nevera hasta 4 días. Al recalentar, añade un chorrito de leche y calienta despacio - ya sea en microondas u horno. Remueve de vez en cuando para mantenerlo cremoso. Para mejores resultados, recalienta porciones pequeñas en lugar de todo el plato a la vez. La pasta puede absorber algo de salsa en la nevera, así que esa leche extra ayuda a recuperar la textura cremosa.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar otro queso?
El gouda lo hace más cremoso, el Jack aporta suavidad, y el cheddar fuerte le da un buen toque. Combina varios para mejor resultado: muchos usan mitad cheddar y mitad gouda. Evita quesos pre-rallados, no funden bien. Lo que elijas, rállalo fresco.
- → ¿Y si lo quiero sin gluten?
Usa pasta y mezcla de harinas sin gluten. La pasta de arroz funciona bien pero cocínala menos tiempo. Revisa el queso, algunos tienen almidón añadido. Agrega más líquido porque las harinas sin gluten absorben diferente. Quizá tarde más en espesar. Más queso puede mejorar la textura.
- → ¿Se puede hacer antes?
Prepáralo un día antes y guárdalo en el refrigerador. Sácalo 30 min antes de hornear. Tardará más si está frío. Muchos hacen dos, uno al horno y otro al congelador. Agrega leche al recalentar si la salsa está espesa. No pongas la cobertura hasta que vayas a hornearlo.
- → ¿Qué le da un toque extra?
Una capa de tocino crujiente arriba queda fantástico. Pan molido con mantequilla queda dorado y crujiente. Para más sabor, jalapeños o cebollas caramelizadas van genial. Añade todo antes de hornear y queda crujiente junto al queso.
- → ¿Cómo caliento los restos?
Recalienta en horno con un poco de leche para que no se seque. Usa papel de aluminio para que la capa de arriba no se queme. En microondas funciona pero la salsa puede cortarse, calienta lento y revuelve seguido. Agrega leche cada vez que mezcles. Algunos pasan encima por el grill para volverlo crujiente.
Conclusión
¿Eres fan del queso? Prueba un brócoli gratinado o prepara pan de ajo con queso. Ambos son igual de reconfortantes en la mesa.