
Cada vez que saco la receta de mi abuela para la cazuela de arroz con brócoli y queso, mi cocina se llena de recuerdos. La manera en que esa rica salsa de queso cubre cada grano de arroz y cada trocito de brócoli todavía me hace sonreír, igual que cuando estaba en su cocina hace años. No es solo otra cazuela, es como un abrazo caliente en un plato para hornear.
Por qué la prepararás una y otra vez
Esta cazuela ha salvado innumerables cenas festivas y comidas compartidas en mi casa. Es ese plato confiable que parece elegante para el Día de Acción de Gracias pero también perfecto para un martes normal con pollo. Mi familia empieza a rondar por la cocina en cuanto ese aroma a queso llena el aire.
Tu lista para la compra
- Arroz de cocción rápida: 1½ tazas, la base de nuestro reconfortante plato.
- Mantequilla: ½ taza, la mantequilla de verdad marca la diferencia aquí.
- Cebolla blanca: Una mediana picada muy pequeña, desaparece en la salsa.
- Brócoli fresco: Cuatro tazas de arbolitos, como los llaman mis niños.
- Crema de pollo: Una lata, mi atajo para lograr una textura cremosa.
- Queso fundido: Ocho onzas divididas para conseguir ese derretido perfecto.
- Leche: ½ taza de leche entera para mantener todo suave.
- Patatas fritas: 1/3 taza trituradas, nuestra corona crujiente.
Cocinemos juntos
- Empieza con el arroz
- Pon a cocinar primero el arroz, necesita tiempo para quedar perfectamente esponjoso.
- Crea la base
- Derrite la mantequilla lentamente, añade la cebolla y el brócoli, déjalos que se conozcan en la sartén.
- Hazlo quesoso
- Ahora viene la mejor parte, incorpora la crema, el queso y la leche hasta que todo esté derretido y suave.
- Únelo todo
- Mezcla el arroz con cuidado, cada grano debe quedar cubierto por una capa de salsa.
- Ponle el toque final
- Va al molde de hornear, cubierto con más queso y esas patatas crujientes.
Magia de preparación anticipada
¿Quieres ser el cocinero más listo de la reunión? Prepara esta maravilla con dos días de antelación, solo deja fuera las patatas. Tápala y métela en la nevera. Cuando llegue el momento, déjala templar un poco, añade tu cobertura crujiente y hornea hasta que burbujee. Nadie tiene que saber lo fácil que fue.

Conservando lo bueno
¿Tienes la suerte de que te sobró? Se mantendrá perfecto en un recipiente cerrado durante unos cuatro días. ¿Necesitas congelar algo? Déjalo enfriar completamente, envuélvelo bien y esperará pacientemente en el congelador hasta tres meses. Solo descongélalo en la nevera durante la noche cuando estés listo para la segunda ronda.
Hazlo a tu manera
Algunas noches le añado pollo asado que me ha sobrado para convertirlo en una comida completa. Mi hermana adora añadirle champiñones y mis hijos se vuelven locos cuando uso su mezcla de quesos favorita. La belleza de esta receta es cómo acepta tus toques personales. Experimenta, puede que descubras tu nueva versión favorita.
Acompañantes perfectos
En mi casa esta cazuela aparece junto a todo, desde el pollo asado del domingo hasta el pavo festivo. Hace que unas simples chuletas de cerdo parezcan especiales y convierte cualquier pescado a la parrilla en un festín. Añade una ensalada fresca, tal vez unos panecillos calientes, y la cena está lista.
Ayudante para días festivos
Aquí está mi secreto para sobrevivir a las fiestas: prepárala con antelación y escapa del caos de la cocina. Solo recuerda dejar las patatas fuera hasta el momento de hornear. Unos minutos a temperatura ambiente, un poco de cobertura crujiente y al horno. Parecerás un genio de la cocina sin sudar la gota gorda.
Pequeños detalles importantes
Déjame compartir lo que he aprendido después de incontables cazuelas. Tómate tu tiempo con las cebollas, deja que se pongan suaves y dulces. No dejes de remover la salsa de queso hasta que quede sedosa. El brócoli fresco funciona mejor, pero si usas congelado, exprime todo el agua extra. Estos pequeños detalles hacen que surja la magia.
Ideas para combinar comidas
Esta cazuela se lleva bien con todos en la mesa. Ponla junto a tu pavo en Acción de Gracias o déjala acompañar una simple pechuga de pollo a la parrilla. ¿Planeas un menú vegetariano? Se mantiene como protagonista solo con una ensalada y un poco de pan crujiente al lado.
Secretos para el día siguiente
¿Te quedaron sobras? ¡Qué suerte! Calienta un poco y añade pollo en dados para una comida rápida en sartén. O rellena pimientos, cubre con queso extra y hornea hasta que burbujee. Mi truco favorito para la mañana siguiente: caliéntalo en una sartén hasta que la parte inferior quede crujiente y luego ponle un huevo frito encima.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar brócoli congelado?
Claro, puedes usar un paquete de 300 gramos de brócoli congelado. No hace falta descongelarlo, simplemente añádelo directamente al sartén.
- → ¿Qué tipo de arroz es mejor?
El arroz blanco de cocción rápida es ideal. Se cocina más rápido y le da la textura perfecta a este platillo.
- → ¿Se puede preparar con anticipación?
Sí, puedes armarlo antes, pero agrega el queso y las papas justo antes de hornearlo para mantenerlo crujiente y fresco.
- → ¿Cómo guardar las sobras?
Guarda las sobras cubiertas en el refrigerador hasta por 3 días. Aunque las papas pierden algo de su textura, el sabor sigue siendo delicioso al recalentar.
- → ¿Por qué usar queso procesado?
El queso procesado, como Velveeta, se derrite muy bien y crea una textura cremosa. También ayuda a que el arroz y el brócoli se unan mejor.
Conclusión
Una opción deliciosa de acompañamiento que junta arroz cremoso, queso fundido y brócoli en un platillo perfecto para compartir en familia.