
Este strudel de manzana se ha convertido en mi postre estrella para sorprender a invitados sin pasar horas en la cocina. La combinación perfecta de manzanas dulces y masa crujiente trae recuerdos de pastelerías vienesas sin salir de casa.
Descubrí esta receta durante un viaje por Austria y la he ido perfeccionando hasta hacerla más accesible para cualquier hogar. Mis hijos ahora la piden como tradición cada domingo familiar.
Ingredientes
Para el relleno
- 6 manzanas Granny Smith o Golden: aportan el balance perfecto entre acidez y dulzura. Busca frutas firmes y aromáticas
- 100 g de azúcar regular: cantidad ideal para resaltar el sabor natural de la fruta
- 50 g de pasas: añaden dulzura concentrada y textura interesante
- 50 g de nueces picadas: incorporan un contraste crujiente que complementa la suavidad de las manzanas
- 1 cucharadita de canela: el alma aromática del strudel tradicional
- 1 cucharadita de ralladura de limón: aporta frescura cítrica para balancear la dulzura
- 1 cucharada de jugo de limón: evita que las manzanas se oxiden y añade acidez
- 2 cucharadas de pan rallado: absorbe el exceso de jugo y evita que la masa se humedezca
- 50 g de mantequilla derretida: enriquece el sabor y ayuda a dorar el relleno
Para la masa
- 250 g de harina de trigo común: funciona perfectamente, mejor si es de fuerza media
- 1 huevo: da elasticidad y estructura a la masa
- 1 pizca de sal: potencia todos los sabores
- 1 cucharada de aceite vegetal suave: para dar flexibilidad a la masa
- 125 ml de agua tibia: la temperatura es importante para activar adecuadamente la red de gluten
Para el montaje
- 50 g de mantequilla derretida: para pintar la masa garantiza un dorado perfecto
- Azúcar glass: para el toque final estético y dulce
Instrucciones Paso a Paso
Preparación de la masa
- Combina:
- la harina con sal en un recipiente amplio creando un hueco central. Vierte ahí el huevo ligeramente batido, el aceite y el agua tibia mezclando primero con tenedor y luego con las manos.
- Amasa:
- enérgicamente durante al menos 10 minutos completos hasta conseguir una textura sedosa y elástica que rebote al presionarla con el dedo. Esta parte es crucial para una masa extensible que no se rompa.
- Descansa:
- Forma una bola, úntala levemente con aceite y cúbrela con un paño húmedo dejándola descansar exactamente 30 minutos para que los glútenes se relajen.
Preparación del relleno
- Prepara:
- Pela las manzanas eliminando el corazón y las semillas. Córtalas en láminas muy finas o en cubos pequeños según prefieras. Colócalas inmediatamente en un recipiente grande y mézclalas con el azúcar, las pasas previamente hidratadas, las nueces tostadas, la canela, la ralladura fina de limón y su jugo.
- Derrite:
- En paralelo, derrite la mantequilla en una sartén pequeña a fuego medio y añade el pan rallado tostándolo hasta conseguir un tono dorado claro vigilando constantemente para evitar que se queme.
- Incorpora:
- Una vez enfriado, integra esta mezcla al bowl con las manzanas mezclando sin machacar la fruta.
Estirado de la masa
- Precalienta:
- el horno a exactamente 180°C y prepara una bandeja con papel hornear.
- Estira:
- Espolvorea ligeramente harina sobre la superficie de trabajo y coloca la masa reposada. Con movimientos suaves y pacientes, estira la masa con el rodillo desde el centro hacia afuera, rotando frecuentemente para mantener la forma. Continúa estirando hasta conseguir un rectángulo tan fino que puedas ver a través de él, casi transparente.
- Usa manos:
- Para los últimos ajustes, usa el dorso de las manos con delicadeza levantando la masa desde abajo, evitando desgarros.
Montaje del strudel
- Transfiere:
- Extiende un paño limpio de algodón sobre la mesa y pasa la masa estirada.
- Pinta:
- Pinta toda la superficie con mantequilla derretida usando una brocha de cocina asegurándote de cubrir cada rincón.
- Enrolla:
- Distribuye el relleno uniformemente sobre un extremo longitudinal dejando libres 5 cm de borde para sellar. Con ayuda del paño, inicia un enrollado firme pero gentil.
- Sella:
- Dobla los extremos hacia abajo, presionándolos para evitar fugas durante el horneado.
Horneado perfecto
- Coloca:
- Transfiere cuidadosamente el strudel a la bandeja preparada colocándolo con la unión hacia abajo para evitar que se abra.
- Hornea:
- en la parte media del horno durante 35 a 40 minutos, comprobando tras 25 minutos. Estará listo cuando presente un color dorado intenso y la masa esté crujiente.
Presentación final
- Reposa:
- Retira del horno y deja reposar sobre la bandeja durante 10 minutos antes de transferir a una rejilla.
- Decora:
- Espolvorea generosamente con azúcar glass usando un colador fino para un acabado elegante.
- Sirve:
- Sirve en porciones cortadas en diagonal acompañadas de helado, crema batida o salsa de caramelo.
Mi abuela siempre decía que un buen strudel se reconoce por el crujido al cortarlo. La primera vez que logré ese sonido perfecto siguiendo esta receta supe que había dominado uno de los postres más emblemáticos de la repostería centroeuropea.
Conservación Adecuada
El strudel recién horneado conserva su textura perfecta durante aproximadamente 2 días guardado a temperatura ambiente cubierto ligeramente con un paño. Si necesitas almacenarlo por más tiempo envuélvelo bien en papel aluminio y guárdalo en el refrigerador hasta 5 días. Para recuperar su crujiente exterior antes de servir recaliéntalo en horno precalentado a 150°C durante 7 a 10 minutos. Evita el microondas ya que ablandaría excesivamente la masa arruinando la experiencia.
Adaptaciones y Variaciones
Esta receta básica permite numerosas interpretaciones según tus preferencias. Puedes sustituir parte de las manzanas por peras para un sabor más complejo o añadir arándanos para un toque de acidez. Si prefieres un strudel menos dulce reduce el azúcar a 70g y añade un toque de cardamomo molido. Para una versión más festiva incorpora 2 cucharadas de brandy o calvados al relleno o cambia las nueces por almendras laminadas previamente tostadas. En verano prueba una versión con melocotones y frambuesas ajustando el pan rallado para absorber el exceso de jugo.
Historia en Tu Mesa
El strudel tiene sus orígenes en el Imperio Austrohúngaro donde era considerado un símbolo de la refinada pastelería vienesa. Su nombre proviene del alemán "remolino" por la forma característica que adquiere al enrollarse. Aunque originalmente se elaboraba con una masa específica llamada "masa filo" esta versión adaptada resulta mucho más accesible para cocineros caseros sin perder la esencia del postre original. En España fue introducido por los reposteros centroeuropeos que trabajaban en las cortes y se ha adaptado utilizando variedades locales de manzana como la reineta en el norte peninsular.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Qué tipo de manzanas son mejores para el strudel?
Las manzanas Granny Smith o Golden son las más recomendadas, ya que aportan un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez.
- → ¿Es obligatorio añadir nueces o pasas al relleno?
No, las nueces y las pasas son opcionales. Puedes omitirlas si prefieres un relleno más sencillo o sustituirlas por otros ingredientes como almendras.
- → ¿Cómo puedo asegurarme de que la masa quede bien fina?
Estira la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y utiliza el dorso de las manos para estirarla con cuidado, logrando que quede casi transparente.
- → ¿Puedo preparar el strudel con anticipación?
Sí, puedes preparar el strudel con anticipación y hornearlo justo antes de servir. También puedes recalentar el strudel ya horneado a baja temperatura.
- → ¿Con qué puedo acompañar el strudel al servirlo?
El strudel se sirve delicioso con una bola de helado de vainilla, crema batida o incluso con una salsa de vainilla tibia.