
La Sopa de Pollo Parmesano es una versión sustanciosa y quesosa de la clásica sopa de pollo. Preparada con pollo asado desmenuzado, pasta y ricos sabores de tomate, este reconfortante plato se prepara en solo 30 minutos. Es perfecta para la temporada de sopas y seguramente dejará satisfecha a toda la familia con su textura cremosa y sabor intenso.
Auténtico Consuelo Italiano
Me encanta cómo esta sopa transforma el clásico pollo parmesano en algo tan acogedor y reconfortante. La mezcla de pollo tierno, tomates jugosos y parmesano derretido crea una profundidad de sabor increíble. Y lo mejor es que se prepara en apenas 30 minutos, haciéndola ideal para esas noches ocupadas cuando deseas algo sustancioso y delicioso.
Lo Que Necesitarás
- Pollo: Pollo asado desmenuzado para mayor comodidad o pechugas o muslos de pollo cocinados.
- Tomates: Tomates triturados tipo pera para un sabor rico y auténtico.
- Pasta: Macarrones, fideos o tu pasta favorita, cocida al dente.
- Queso: Queso parmesano para un acabado espeso y cremoso.
- Caldo: Caldo de pollo como base de la sopa.
- Condimentos: Hierbas mediterráneas, sal y pimienta para realzar el sabor.
Vamos a Cocinarla Juntos
- Prepara la Base
- Calienta una olla pesada o cazuela y sofríe cebolla y ajo en aceite de oliva. Añade los tomates triturados y el caldo de pollo, mezclando bien.
- Añade la Pasta
- Incorpora la pasta cruda y deja hervir hasta que esté al dente. Remueve de vez en cuando para evitar que se pegue.
- Incorpora el Pollo
- Agrega el pollo asado desmenuzado y mezcla bien. Deja que se caliente mientras la pasta termina de cocinarse.
- Mezcla el Queso
- Añade gradualmente el queso parmesano, removiendo hasta que se derrita y la sopa espese. Ajusta la sazón según sea necesario.
- Sirve
- Decora con albahaca fresca, parmesano adicional y sirve con pan crujiente para mojar.
Haciéndola Perfecta
Después de preparar muchas tandas de esta sopa, he aprendido algunos trucos útiles. Usar una olla de fondo grueso evita que se pegue y ayuda a que la sopa se cocine uniformemente. Vigila bien la pasta, la quieres justo al dente ya que seguirá ablandándose en la sopa caliente. Para una consistencia más espesa, a veces agrego una mezcla rápida de maicena después de añadir el queso.
Elige Tu Pollo
Aunque el pollo asado es mi opción preferida por comodidad, cualquier pollo cocido funciona de maravilla en esta sopa. A veces uso sobras de pollo asado o cocino algunas pechugas específicamente para la receta. Tanto la carne oscura como la blanca aportan sus propias cualidades deliciosas al plato.
Manteniéndola Fresca
Esta sopa se conserva bien en la nevera durante 3-4 días guardada en un recipiente hermético. Al recalentarla, prefiero hacerlo lentamente en la cocina, removiendo de vez en cuando. La pasta puede ablandarse un poco, pero los sabores realmente se desarrollan maravillosamente con el tiempo, haciendo que las sobras sean algo a lo que mirar con ganas.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Por qué usar una olla gruesa o cacerola de hierro?
Una olla gruesa distribuye mejor el calor y evita que la base se queme. Esto es clave al cocinar una sopa con pasta.
- → ¿Cómo sé si la pasta está lista?
Deja la pasta al dente antes de agregar el pollo, ya que seguirá cocinándose en la sopa caliente. Así no quedará muy blanda.
- → ¿Puedo cambiar la forma de la pasta?
Aunque se sugiere penne, puedes usar pasta de tamaño mediano. Revisa las instrucciones del paquete para ajustar el tiempo de cocción.
- → ¿Por qué usar pollo rostizado?
El pollo rostizado ahorra tiempo y aporta sabor. Ya está cocido y sazonado, perfecto para esta comida rápida de 30 minutos.
- → ¿Cómo servir esta sopa?
Sírvela caliente con pan crujiente para acompañar. Añade albahaca fresca por encima para más sabor y un toque especial.