
Un carnaval de sabores se une en este penne con queso y carne molida al ajillo, donde cada elemento juega su papel perfecto. La pasta, cocida con la textura ideal, se convierte en recipiente para la jugosa salsa con toque de ajo que abraza cada rincón. La carne molida, dorada y sazonada con cuidado, aporta textura sustanciosa y sabor intenso, mientras la salsa - ah, esa salsa - crea un manto sedoso que transforma ingredientes sencillos en puro confort. Tras incontables intentos perfeccionando esta receta, descubrí que la magia está en el momento exacto y la técnica para construir esas capas de sabor.
Mi historia con este plato comenzó intentando recrear la legendaria salsa de pasta de mi abuela. Después de muchos intentos, descubrí que empezar con una buena base de mantequilla al ajo y construir la salsa por etapas marcaba la diferencia. Ahora se ha convertido en el plato de consuelo más pedido por mi familia.
Selección de Ingredientes Fundamentales
Selección de Ingredientes Fundamentales
- Carne Picada: Busca carne picada 85/15 que se vea roja brillante con vetas de grasa distribuidas. La carne debe sentirse ligeramente fría y recuperar su forma al presionarla. Esta proporción da suficiente grasa para transportar sabores sin hacer el plato grasoso
- Pasta: Escoge penne rigate (con estrías) de calidad hecha de sémola de trigo duro. Las estrías ayudan a que la salsa se pegue a cada pieza, mientras que la pasta de calidad mantiene mejor su textura durante la cocción
- Ajo: Cabezas frescas de ajo con dientes firmes y sin manchas darán el mejor sabor. Evita el ajo picado envasado ya que carece de los aceites esenciales que crean nuestra base de sabor
Instrucciones Detalladas de Cocina
- Preparación Inicial de la Pasta:
- Llena una olla grande con agua fría. Añade exactamente 2 cucharadas de sal gruesa. Lleva a ebullición fuerte. Agrega la pasta poco a poco, removiendo inmediatamente. Programa el temporizador 2 minutos menos que lo indicado en el paquete. Remueve de vez en cuando para evitar que se pegue. Reserva 1 taza de agua de cocción antes de escurrir. Mezcla la pasta escurrida con un chorrito de aceite de oliva.
- Logrando la Carne Perfecta:
- Calienta una sartén de fondo grueso hasta que una gota de agua chisporrotee. Añade la carne en trozos grandes sin desmenuzarla. Sazona con sal y pimienta mientras se cocina. Deja que se forme costra (3-4 minutos) antes de romperla. Sigue cocinando hasta que no quede parte rosada. Divide en trozos medianos, no demasiado pequeños. Escurre el exceso de grasa pero guarda 2 cucharadas. Reserva la carne y mantenla caliente.
- Creando la Base Característica de Mantequilla al Ajo:
- Vuelve a poner la sartén a fuego medio-bajo. Añade mantequilla y deja que se derrita despacio. Observa hasta que la mantequilla empiece a hacer espuma. Añade el ajo picado y remueve continuamente. Cocina hasta que el ajo suelte su aroma (1-2 minutos). Añade cebolla finamente picada a la mezcla. Cocina hasta que las cebollas queden transparentes (4-5 minutos). Agrega hierbas italianas, desmenuzándolas entre los dedos. Deja que las hierbas liberen su aroma en la mantequilla caliente (30 segundos).
- Elaborando la Salsa Lujosa:
- Vierte nata líquida por los bordes de la sartén. Añade caldo de carne gradualmente mientras bates. Lleva a fuego lento, nunca hirviendo. Comprueba si la salsa cubre el dorso de una cuchara. Si está muy espesa, añade agua de pasta reservada. Devuelve la carne a la sartén y remueve suavemente. Añade la pasta por tandas, mezclando para cubrir. Permite que la pasta termine de cocinarse en la salsa.

Creciendo en un hogar italiano, aprendí que el secreto de una pasta extraordinaria está en la paciencia al construir sabores. Mi nonna siempre decía, "Deja que el ajo baile con la mantequilla, no que pelee con ella". Ahora, cada vez que preparo este plato, canalizo su sabiduría sobre tomar tiempo con cada paso.
Dominando la Consistencia de la Salsa
La relación entre pasta y salsa es como un baile delicado. Demasiado líquido y la salsa no se adhiere; muy poco y queda seca. He aprendido que el agua reservada de la pasta es la clave para lograr esa textura sedosa perfecta que hace tan especial a la pasta de restaurante.

Consejos Útiles del Chef
- Tuesta las hierbas italianas en la mantequilla de ajo para realzar el sabor
- Añade un chorrito de agua de pasta antes de la nata para mejor emulsión
- Deja reposar el plato final 2-3 minutos antes de servir
Este plato se ha convertido en mi receta estrella, solicitada en cada reunión familiar. La forma en que la salsa impregnada de ajo envuelve cada trozo de pasta, cómo la carne aporta textura consistente, y el equilibrio perfecto de condimentos - es comida reconfortante elevada a forma de arte. Ya sea servido en una noche ocupada entre semana o en ocasión especial, nunca falla en reunir a la gente alrededor de la mesa, ansiosos por repetir.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo preparar esta sopa sin jamón?
- ¡Claro! Para una versión vegetariana, omite el jamón y usa caldo de verduras en lugar de pollo. Una cucharadita de pimentón ahumado dará un sabor similar.
- → ¿Por qué mis guisantes no se ablandan?
- Si los guisantes no se suavizan, podrían estar viejos. Los guisantes más viejos tardan más en cocinarse. Evita añadir sal al principio, ya que puede retrasar el proceso. Mejor sazona al final.
- → ¿Se puede congelar esta sopa?
- ¡Sí! Se congela perfectamente. Déjala enfriar completamente antes de guardarla en recipientes aptos para congelador por hasta 3 meses. Descongela en el refrigerador la noche antes de recalentarla.
- → ¿Qué hago si mi sopa está muy espesa?
- La sopa de guisantes se espesa al enfriarse. Solo añade más caldo caliente o agua hasta ajustar la textura que prefieras al recalentarla.
- → ¿Con qué puedo acompañar esta sopa?
- Es perfecta con pan crujiente, galletas saladas o una ensalada verde. Algunos también la disfrutan con pan de maíz o un sándwich de queso derretido.