
¡Me encanta compartir mi receta favorita de pollo ahogado al estilo sureño! Este plato ocupa un lugar muy especial en mi corazón y me trae recuerdos de las comidas dominicales en la mesa de mi abuela. La manera en que esa salsa de cebolla cubre el pollo sazonado crea pura delicia en cada bocado. ¡Tu cocina olerá divinamente mientras esto se cocina!
Por qué te enamorarás de este plato
¡Hay algo mágico en esta receta que reconforta el alma! Cada vez que la preparo, su aroma me transporta directamente a esas reuniones familiares tan queridas. Lo maravilloso está en su sencillez, usando ingredientes básicos para crear algo realmente extraordinario. Ya sea que hayas crecido comiendo este plato o lo pruebes por primera vez, ¡te espera una experiencia deliciosa!
Ingredientes para el pollo ahogado
- Pollo: Siempre uso muslos y contramuslos con piel porque quedan súper jugosos.
- Cebolla y Ajo: Crean una base de sabor increíble.
- Caldo de pollo y Leche: El secreto para lograr una salsa con textura perfecta.
- Harina común: La clave para un pollo crujiente y una salsa suave.
- Condimentos: Mi mezcla especial que hace destacar este plato.
- Aceite de girasol: Consigue que la piel del pollo quede perfectamente crujiente.
Manos a la obra
- Creando esa costra perfecta
- Sazona generosamente la harina y luego cubre cada trozo de pollo. ¡Cuando toca el aceite caliente empieza la magia! Conseguirás un color dorado precioso que es solo el comienzo de nuestra aventura de sabores.
- Preparando la salsa celestial
- ¡Esas cebollas y ajos caramelizados suavemente en la misma sartén son una delicia! Después creamos la base espesa, y verás cómo se transforma en la salsa más cremosa que hayas probado.
- El gran final
- ¡Ahora viene mi parte favorita! Coloca el pollo de nuevo, déjalo que se mezcle con toda esa salsa. ¡El aroma mientras se cocina a fuego lento es absolutamente increíble!
Mis mejores consejos
- La carne oscura es mejor: Créeme, esos muslos y contramuslos son oro puro.
- Sazona con cariño: No escatimes en los condimentos, ¡son los que dan vida al plato!
- Tómate tu tiempo: Esa salsa merece tu paciencia, te recompensará por diez.
- La magia del hierro fundido: Si tienes una sartén así, úsala, el sabor es insuperable.
Combinaciones perfectas
¡Vas a querer algo para aprovechar hasta la última gota de esa salsa divina! Me encanta servirlo sobre arroz esponjoso o mi puré de patatas cremoso. Añade unas acelgas tiernas y unos panecillos de suero calientes, ¡y tendrás un auténtico festín sureño!
Mantenlo fresco
Si tienes la suerte de que te sobren restos, se mantendrán deliciosos durante varios días en la nevera. Simplemente calienta todo lentamente para mantener la salsa suave y sedosa. Incluso puedes congelar porciones para esos días en que necesitas una comida reconfortante rápidamente.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Qué partes del pollo son mejores?
- Muslos y piernas son ideales porque se mantienen jugosos y sabrosos durante la cocción lenta. La carne oscura tiene más sabor y no se seca.
- → ¿Por qué guardar la harina sazonada?
- La harina utilizada para enharinar el pollo también sirve para preparar la salsa, haciendo que todo tenga un sabor consistente.
- → ¿Se puede preparar con antelación?
- Sí, se conserva bien. Guarda en el refrigerador hasta por 3 días y calienta suavemente para mantener la textura de la salsa.
- → ¿Qué acompañantes van bien?
- Acompañamientos tradicionales sureños como arroz, puré de papas, pan de maíz o grelos son perfectos y absorben bien la salsa.
- → ¿Por qué no cocinar completamente el pollo al inicio?
- Dorar el pollo primero le da más sabor, y al cocinarlo lentamente en la salsa se vuelve más tierno y jugoso, mientras se intensifica el sabor del plato.