
Nada me llena más de gozo en mi viaje por la cocina europea que compartir esta receta tesoro del Pollo al Paprika. Me la enseñó mi vecina húngara, quien insistió en mostrarme el método exacto para lograr esa salsa sedosa de pimentón. Cada vez que lo preparo, el aroma del pimentón dulce y las cebollas cocinadas a fuego lento convierte mi cocina en un acogedor café de Budapest.
El Alma de la Gastronomía Húngara
Lo que más me fascina del Paprikás Csirke es cómo ingredientes tan sencillos crean algo tan maravilloso. Este plato cuenta la historia culinaria de Hungría, su ingenio y profundo respeto por la tradición. Lo he cocinado incontables veces y cada preparación siento que mantengo vivo un pedacito de historia gastronómica.
Ingredientes Fundamentales
- Pollo: 1,5 kilos de piezas de pollo con hueso y piel para lograr el máximo sabor. La piel y los huesos dan riqueza a la salsa, siendo esta elección imprescindible.
- Pimentón: 3-4 cucharadas de pimentón dulce húngaro de buena calidad. Este es el secreto del sabor y color rojo vibrante. Es importante usar genuino pimentón húngaro para un resultado auténtico.
- Nata Agria: 200 gramos a temperatura ambiente, para conseguir una textura cremosa y aterciopelada en la salsa.
- Nata para Montar: 60 ml para enriquecer la salsa y equilibrar la nata agria, logrando una consistencia suave.
- Cebollas y Ajo: 2 cebollas medianas picadas finamente y 2 dientes de ajo picados para la base aromática.
- Tomates: 2 tomates pera, picados finamente (sin semillas), para añadir un toque de dulzura.
- Caldo: 500 ml de caldo de pollo de calidad, preferiblemente casero o de marca confiable como Aneto, para formar la base de la salsa.
- Harina: 3 cucharadas de harina común para espesar la salsa.
Preparación del Pollo
- Dorar el Pollo
- Calienta 2 cucharadas de manteca de cerdo (o mantequilla) en una cazuela grande o olla pesada. Dora el pollo por todos lados hasta que quede doradito. Reserva el pollo en un plato.
- Sofreír las Cebollas y Ajo
- En la misma grasa, añade las cebollas picadas finamente y cocina hasta que estén doradas. Luego agrega el ajo picado y los tomates (y pimiento opcional) y cocina 2-3 minutos más.
- Incorporar el Pimentón
- Retira la olla del fuego y añade el pimentón, sal y pimienta. Ten cuidado de no quemar el pimentón porque puede amargar. Devuelve el pollo a la olla y vuelve a poner al fuego.
Cocción a Fuego Lento
- Añadir Caldo
- Vierte 500 ml de caldo de pollo, asegurándote que cubra casi todo el pollo. Lleva a ebullición, tapa la olla y baja el fuego a medio-bajo. Deja cocer unos 40 minutos, hasta que el pollo esté tierno.
- Preparar la Mezcla de Nata
- Mientras se cocina el pollo, mezcla 3 cucharadas de harina con la nata agria y la nata para montar hasta formar una pasta suave. Cuando el pollo esté listo, sácalo de la olla y ponlo en un plato.
- Espesar la Salsa
- Incorpora la mezcla de nata a la salsa, removiendo constantemente para evitar grumos. Cocina la salsa unos minutos hasta conseguir la consistencia deseada. Prueba y ajusta la sal y pimienta si hace falta.
Montaje Final
- Terminar la Cocción
- Devuelve el pollo a la olla para que se caliente en la salsa espesada. Deja cocer 5 minutos más, asegurándote que el pollo quede bien bañado con la cremosa salsa de pimentón.
- Servir con Ñoquis Húngaros
- El Pollo al Paprika se sirve tradicionalmente con nokedli húngaros, parecidos a los spätzle alemanes pero más cortos y rechonchos. Puedes hacer nokedli usando un rallador especial. Estos suaves y esponjosos ñoquis combinan perfectamente con la rica salsa cremosa, creando una comida reconfortante y completa.
Su Encanto Especial
Preparar este plato siempre me recuerda las historias que mi amiga húngara compartía sobre su abuela cocinándolo para las reuniones familiares de los domingos. Esa es la magia del Paprikash: no solo se trata de sabores increíbles sino de memorias y tradiciones que transmite. Cada vez que lo cocino me siento conectada con generaciones de cocineros húngaros que perfeccionaron esta receta.
Consejos Prácticos
Después de tantas veces cocinándolo, he aprendido que el auténtico pimentón húngaro marca la diferencia. Búscalo en tiendas especializadas o por internet. No apresures el dorado del pollo, esos trocitos caramelizados en el fondo de la olla crean una profundidad de sabor increíble. Y sí, la manteca tradicional o grasa de bacon realmente transforma el plato, créeme.
Posibles Variaciones
Aunque soy purista de corazón, me encanta ver cómo esta receta evoluciona en diferentes cocinas. A veces añado pimientos dulces húngaros para más sabor o uso ternera para ocasiones especiales. La salsa es tan versátil que funciona de maravilla con distintas proteínas, aunque el pollo siempre será mi favorito.
Conservación y Recalentado
Si tienes la suerte de tener sobras (algo raro en mi casa), se conservan muy bien en la nevera. Solo recalienta suavemente a fuego lento, removiendo de vez en cuando para mantener la salsa sedosa. Un chorrito de caldo ayuda a recuperar la consistencia original y los sabores en realidad mejoran al día siguiente.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar mantequilla en vez de manteca?
- Aunque la mantequilla funciona, la manteca tradicional da el sabor más auténtico. La grasa de cerdo derretida añade una riqueza especial al plato.
- → ¿Qué tipo de pimentón debo usar?
- Usa pimentón dulce húngaro genuino para el sabor más auténtico. El pimentón común no dará el mismo color y sabor intenso.
- → ¿Por qué la crema agria debe estar a temperatura ambiente?
- La crema agria a temperatura ambiente se integra mejor y evita grumos en la salsa. La crema fría tiene más probabilidad de cortarse al mezclarse con el líquido caliente.
- → ¿Puedo usar pollo sin hueso?
- Aunque el pollo con hueso y piel es lo tradicional y da más sabor, el pollo sin hueso también sirve. Solo ten en cuenta que la salsa podría ser menos intensa.
- → ¿Con qué acompañar este plato?
- Los nokedli húngaros (parecidos al spätzle alemán) son el acompañamiento clásico. También puedes servirlo con fideos al huevo o albóndigas.
Conclusión
El pollo paprika húngaro es una comida reconfortante que combina trozos jugosos de pollo con una salsa cremosa de pimentón. Este plato representa la esencia de la cocina húngara con su uso de pimentón dulce y crema agria.