
Mi receta de Pollo a la Florentina trae un trocito de elegancia toscana directamente a tu mesa. La magia aparece cuando el pollo tierno se mezcla con una salsa cremosa de ajo llena de espinacas frescas. Después de años perfeccionando esta receta en mi cocina, te puedo asegurar que es el tipo de comida que hace que cualquier noche sea especial sin pasar horas cocinando.
Por qué esta receta es espectacular
Me encanta cómo este plato transforma ingredientes sencillos en algo que resulta tan lujoso. La salsa cremosa envuelve cada bocado de pollo con el equilibrio perfecto entre ajo y espinacas frescas. ¿Lo mejor? Se prepara en unos 30 minutos y sí, puedes disfrutar de esa botella de vino abierta mientras cocinas.
Ingredientes clave
- Pollo: Corto las pechugas finas para que queden perfectamente tiernas siempre.
- Ajo en polvo: Justo lo necesario para sazonar el pollo sin dominarlo.
- Harina: Crea esa bonita costra dorada que tanto me gusta.
- Aceite de oliva y mantequilla: Esta combinación da el mejor sabor y un dorado perfecto.
- Ajo: El ajo fresco picado marca toda la diferencia.
- Vino blanco seco: Uso albariño pero cualquier blanco seco funciona genial.
- Caldo de pollo: Añade una profundidad estupenda a la salsa.
- Condimento italiano: Mi mezcla favorita de hierbas para este plato.
- Nata para cocinar: Hace que la salsa sea increíblemente sedosa.
- Espinacas: Las espinacas baby frescas añaden color y nutrientes.
- Queso manchego: Siempre recién rallado en mi cocina.
Instrucciones paso a paso
- Prepara el pollo
- Corta tu pollo en trozos finos, sazónalos bien y luego dales una ligera capa de harina.
- Fríe el pollo
- Calienta bien la sartén con esa mezcla de aceite y mantequilla, cocina el pollo hasta que esté dorado y precioso.
- Saltea el ajo
- Añade un poco más de mantequilla y deja que el ajo suelte toda su magia aromática.
- Prepara la salsa
- Vierte el vino, escúchalo chisporrotear, luego añade el caldo y las hierbas dejando que todo se cocine a fuego lento.
- Termina el plato
- Vierte la nata, mira cómo se marchitan las espinacas, luego mete el pollo de nuevo, cubre con queso manchego y la cena está servida.
Mis secretos de cocina
A veces cambio las hierbas por tomillo y romero frescos para un toque diferente, o añado champiñones que quedan buenísimos en la salsa. ¿No tienes vino? Un chorrito de caldo con una cucharadita de mostaza a la antigua funciona de maravilla. Usa siempre nata para cocinar, hace la salsa más suave sin que se corte.
Con qué acompañarlo
Esta salsa es demasiado buena para desperdiciarla, así que siempre la sirvo con pasta o puré cremoso de patatas. Cuando quiero algo ligero, una simple ensalada de rúcula va genial. No te olvides del pan crujiente para mojar hasta la última gota de esa salsa.
Conservando las sobras
Guarda las sobras en un recipiente hermético y se mantendrán bien en la nevera durante 3-4 días. Al recalentar, mantén el fuego bajo y suave para que tu salsa siga cremosa. No recomiendo congelar este plato, la salsa y las espinacas no quedan igual después.
Lo especial de este plato
Lo que más me gusta de esta receta es cómo transforma ingredientes cotidianos en algo que resulta realmente especial. La salsa es aterciopelada, el pollo se mantiene tierno y ese toque de espinacas lo hace sentir tanto indulgente como saludable.
Hazlo a tu manera
No dudes en jugar con la receta, los muslos de pollo también van genial aquí. A veces uso acelgas en lugar de espinacas para una verdura más consistente. Si necesitas evitar los lácteos, la leche de coco puede funcionar aunque el sabor será distinto.
Por qué a todos les encanta
Este plato nunca falla en impresionar, ya sea en una cena familiar informal o teniendo amigos en casa. Los sabores son ricos pero no abrumadores, y esa salsa cremosa hace que todos repitan. Es comida reconfortante con un toque de elegancia.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Qué tipo de vino blanco debo usar?
- Elige un vino blanco seco como Sauvignon Blanc o Pinot Grigio. Evita los vinos dulces o de cocina para un mejor sabor.
- → ¿Puedo reemplazar la crema espesa?
- La crema espesa es ideal para lograr una salsa densa y rica. Usar leche o nata más ligera puede hacer que la salsa quede líquida o se corte.
- → ¿Por qué cortar el pollo a la mitad?
- Al cortar las pechugas en dos mitades más finas, se cocinan más rápido y de forma uniforme.
- → ¿Cómo saber si el pollo está listo?
- Asegúrate de que llegue a 165°F internamente y tenga un tono dorado en el exterior, generalmente 4-5 minutos por lado.
- → ¿Qué puedo servir con esto?
- Va perfecto con pasta, arroz o pan crujiente para aprovechar toda la salsa cremosa.