
Divertidas y Cremosas Nubes Fritas
Encontré este dulce en una feria local y no pude resistirme a prepararlo en casa. Estas nubes fritas traen toda la magia de la feria directamente a tu cocina. Cuando muerdas la cobertura dorada y crujiente y llegues al centro tibio y pegajoso, entenderás por qué son tan especiales. Añade un chorrito de chocolate, nata montada y confites, y tendrás pura felicidad en forma de postre.
Una Dulce Aventura en Tu Cocina
Lo que me encanta de estas nubes es lo fáciles que son de hacer y cuánta alegría provocan. Las caras de mis pequeños se iluminan cada vez que las preparamos. Son perfectas para cumpleaños, pijamadas o cuando quieras crear algo distinto y divertido para el postre. Lo mejor es que puedes personalizar los toppings para hacerlas exactamente a tu gusto.
Tu Lista de Compras
- Nubes Grandes: Las más gorditas funcionan mejor, te lo aseguro.
- Preparado para Tortitas: Crea nuestra cobertura crujiente perfecta.
- Leche: La entera da una masa más rica.
- Huevo: Ayuda a que todo se mantenga unido.
- Aceite Vegetal: Para ese acabado doradito.
- Confites: Porque todo sabe mejor con confites de colores.
Creando la Magia
- Calienta el Aceite:
- Pon tu aceite bien caliente en una olla honda, queremos que esté a 175°C.
- Prepara la Masa:
- Mezcla tu preparado para tortitas hasta que quede suave y sedoso.
- Baña las Nubes:
- Sumerge cada nube asegurándote que quede totalmente cubierta de masa.
- Fríe las Nubes:
- Con cuidado, fríelas hasta que estén doradas, dándoles vuelta para que se cocinen parejo.
- Sirve:
- Adorna con todos tus extras favoritos y disfrútalas mientras estén calentitas.
Mis Mejores Trucos para Freír
Siempre usa esas nubes grandotas, las pequeñitas no funcionan tan bien. Lograr la temperatura correcta del aceite es muy importante: demasiado caliente y se quemarán, demasiado frío y quedarán empapadas. Volteándolas suavemente mientras se fríen conseguirás ese color dorado perfecto por todos lados.
Haciéndolas Aún Más Especiales
Nos encanta bañar las nuestras con salsa de chocolate caliente y añadir un buen montón de nata montada encima. A veces las ponemos entre galletas maría con chocolate para crear los s'mores más increíbles que jamás hayas probado. Deja que cada uno añada sus propios toppings, es parte de la diversión.
El Momento Es Clave
Estos pequeños caprichos están en su punto justo después de freírlos, cuando la cobertura sigue crujiente y el interior está tibio y pegajoso. Prepara solo las que vayas a comer enseguida, no se conservan bien, pero créeme, desaparecen tan rápido que eso rara vez es un problema.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Por qué se desprende la masa en el aceite?
Revisa que la temperatura del aceite esté correcta (350°F) y cubre bien cada marshmallow. La masa debe ser lo suficientemente espesa para adherirse; si está muy líquida, añade un poco más de mezcla de hotcakes.
- → ¿Puedo prepararlos con anticipación?
Lo mejor es servirlos recién hechos mientras están calientes y crujientes. Si se dejan reposar, la cubierta se suaviza, así que hazlos justo antes de servir.
- → ¿Cómo evito que el aceite salpique?
Utiliza una olla profunda, mantén la temperatura del aceite adecuada y baja con cuidado los marshmallows al aceite. No llenes demasiado la olla y usa una tapa de salpicaduras si es necesario.
- → ¿Puedo usar marshmallows pequeños?
Es mejor usar marshmallows grandes, ya que los pequeños se derriten muy rápido. Los grandes tienen el equilibrio perfecto entre un interior suave y un exterior dorado.
- → ¿Por qué se achataron mis marshmallows?
Cuida bien el tiempo de cocción – normalmente 30-60 segundos son suficientes. Si se cocinan demasiado, los marshmallows se derriten completamente perdiendo su forma.