
Oigan, hoy les traigo una receta navideña increíble. Estas Bolitas Rojas Nevadas son mi dulce favorito para preparar en Navidad. Se me ocurrió esta idea el año pasado cuando quería darle un toque especial a la receta clásica de galletas nevadas de mi abuela. ¿El resultado? Unas galletas rojas preciosas cubiertas de azúcar glass que saben a trocitos mantecosos de cielo con un toque de chocolate. ¡Mi cocina parece un paraíso invernal cuando las hago!
Por qué se volvieron mi galleta navideña preferida
La Navidad pasada, estas galletas se acabaron más rápido que cualquier otro postre en mi bandeja. Todos preguntaban qué las hacía tan especiales. ¿El secreto? Se deshacen en la boca gracias a la mezcla perfecta de mantequilla y manteca vegetal, además tienen ese sabor sutil a cacao que hace irresistible el terciopelo rojo. Me encanta servirlas en la merienda con mis vecinos o empaquetarlas en cajitas bonitas como regalos.
Lo que necesitarás de tu despensa
- Mantequilla sin sal: Sácala con tiempo para que se ablande bien, créeme, ¡importa!
- Manteca vegetal con sabor a mantequilla: Este es mi arma secreta para lograr una textura increíble.
- Huevo: Solo uno, directo de la nevera está bien.
- Suero de leche: Un chorrito le da ese toque ácido característico que tanto me gusta.
- Vinagre blanco: Suena raro pero realza el sabor.
- Vainilla: La de buena calidad marca una gran diferencia.
- Colorante rojo alimentario: Mejor si consigues el tipo gel.
- Harina: La normal multiusos funciona genial.
- Cacao en polvo: Justo lo necesario para ese toque de chocolate.
- Sal: Una pizca lo mejora todo.
- Frutos secos: Normalmente uso nueces pecanas pero usa lo que más te guste.
- Azúcar glass: Para ese precioso recubrimiento nevado.
Hora de hornear
- Lo primero
- Empieza batiendo la mantequilla y la manteca hasta que se mezclen bien. Añade el huevo y verás la magia. Ahora echa un chorrito de suero de leche, vinagre, vainilla y suficiente colorante rojo para impresionar a Papá Noel. Mezcla todos los ingredientes secos en otro bol, luego combina todo poco a poco. Si te apetecen frutos secos (a mí casi siempre), échalos también. Mete todo en la nevera una hora, ¡sin trampas!
- La parte divertida
- Cuando el horno alcance 180°C, forra tu bandeja favorita con papel vegetal. Forma bolitas de masa, yo suelo hacerlas del tamaño de una cucharada. Colócalas bien separadas, necesitan su espacio personal.
- El acabado nevado
- Mientras aún están calientes del horno, báñalas en mantequilla derretida y luego rebózalas en azúcar glass. Déjalas enfriar un poco y repite el proceso. Este truco de doble capa hace que parezcan recién salidas de una tormenta de nieve.
Mis mejores consejos para estas galletas
Aprendí esto por las malas, pero en serio, enfría bien la masa. La masa caliente da galletas planas y nadie quiere eso. Gasta en buen cacao también, se nota mucho en el sabor final. A veces añado chips de chocolate pequeñitos porque más chocolate siempre es bueno, ¿no? Y no escatimes con el recubrimiento de azúcar glass, es lo que las hace parecer mágicas.
Mantenlas frescas
Estas galletas se mantienen buenísimas durante una semana si las guardas bien. Colócalas por capas con papel vegetal en un recipiente hermético, mi lata vintage para galletas funciona perfectamente. Si planeas con antelación, mételas en el congelador, aguantarán meses. Solo dales un nuevo toque de azúcar glass cuando se descongelen y quedarán como nuevas.
Cambia un poco
A veces me pongo creativa con estas pequeñas bellezas. La Navidad pasada hice algunas con pistachos y quedaron preciosas. Un chorrito de chocolate blanco por encima también las hace espectaculares. Mis niños me suplicaron hacerlas verdes para San Patricio, solo cambia el colorante y listo.
Soluciones para problemas comunes
¿Problemas con las galletas? Si se aplanan demasiado, probablemente la masa necesita más tiempo en la nevera. ¿Quieres hacerlas más grandes? Adelante, solo hornéalas unos minutos más. En cuanto a los frutos secos, yo soy fan de las pecanas pero mi hermana jura que con nueces están mejor. La verdad es que no hay forma de equivocarse.
Necesitas estas en tu vida
Te lo digo, estas galletas son algo especial. Quizá sea porque parecen pequeños adornos cubiertos de nieve, o porque se deshacen cuando las muerdes. Cada vez que las llevo a una fiesta, la gente se vuelve loca por ellas. Además son muy divertidas de hacer, pídele ayuda a los niños con el baño de azúcar glass, pero prepárate para el desorden.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Por qué es importante enfriar la masa?
Al enfriarla, evitas que las galletas se expandan mucho al hornear. Así mantienen su forma redonda de nieve. Además, la masa fría es más sencilla de manejar y dar forma.
- → ¿Por qué cubrir las galletas dos veces?
La primera capa se coloca cuando aún están cálidas, permitiendo que el azúcar se adhiera bien. La segunda, hecha ya frías, resalta el efecto nevado y agrega dulzor extra.
- → ¿Es posible hacerlas sin colorante?
Claro, puedes hacerlas sin usar el color rojo. Quedarán como galletas de chocolate tradicionales, con el mismo sabor, pero sin el característico tono de terciopelo rojo.
- → ¿Cómo se deben almacenar estas galletas?
Guárdalas en un recipiente hermético con papel de horno entre las capas para evitar que se peguen. Se mantienen frescas a temperatura ambiente hasta por 5 días. El azúcar glass ayuda a retener la humedad.
- → ¿Por qué usar mantequilla y manteca?
La mezcla de ambas crea una textura equilibrada: la mantequilla aporta sabor mientras la manteca mantiene la forma y da suavidad. Juntas logran la clásica textura de las nevadas.
Conclusión
Aquí tienes unas galletas que unen la textura tierna típica de las nevadas con el toque de sabor a terciopelo rojo, teñidas y recubiertas dos veces con azúcar glass.