
Linguine de Camarones con Mantequilla de Ajo y Vino Blanco es mi pasta preferida para noches especiales o tardes acogedoras. La manera en que la salsa envuelve cada hebra del linguine y los camarones absorben esa bondad mantecosa y con sabor a ajo es simplemente tentadora. Esta receta es mi forma de traer la magia de un restaurante italiano directamente a la comodidad de mi cocina.
Qué Hace Única Esta Preparación
Este plato logra el equilibrio perfecto entre comodidad y elegancia. La mezcla de camarones tiernos, hierbas frescas y una salsa de vino blanco se siente sofisticada pero es muy fácil de preparar. Es mi opción segura para impresionar invitados o darme un gusto después de un día largo.
Tu Lista de Compras
- Mantequilla: 4 cucharadas para darle cremosidad.
- Ajo: 4 dientes picados frescos para un sabor intenso.
- Caldo: 4 tazas para cocinar la pasta y dar profundidad a la salsa.
- Agua: 2 tazas para ajustar la cocción de la pasta.
- Linguine: 500 gramos se enrolla perfectamente con la salsa.
- Gambas: 700 gramos para una buena porción de proteína.
- Vino Blanco: ¾ taza de vino seco para una nota ácida y rica.
- Salvia: ¼ taza fresca para un toque herbal sutil.
- Nata: 1 taza para hacer la salsa deliciosa.
- Queso Manchego: ½ taza rallado fresco.
- Perejil: ½ taza para frescura.
- Limón: 1 para avivar todos los sabores.
- Sal y Pimienta: Para sazonar y equilibrar los sabores.
Cocinemos Juntos
- Comienza con la Pasta
- Derrite mantequilla en una sartén grande y cocina la mitad del ajo hasta que suelte su aroma. Añade caldo y agua, lleva a ebullición, y cocina el linguine hasta que esté al dente.
- Camarones Perfectos
- En otra sartén, derrite más mantequilla y cocina los camarones solo hasta que se vuelvan rosados.
- Elabora la Salsa
- Agrega ajo, salvia y vino a los camarones. Deja que hierva hasta reducirse, creando una base llena de sabor.
- Combina
- Mezcla los camarones, la salsa y la pasta cocinada. Añade nata, queso manchego y un chorrito de limón. Revuelve todo para un acabado perfecto.
Mis Trucos de Cocina
Mantén los camarones tiernos cocinándolos solo hasta que estén rosaditos. Guarda un poco del agua de la pasta para ajustar la consistencia de la salsa. Un chorrito de limón al final hace que los sabores resalten maravillosamente.

Hazla a Tu Manera
Cambia la nata por leche evaporada si quieres un plato más ligero. Para más verduras, añade espinacas o calabacín. Experimenta con hierbas como tomillo o albahaca para un toque fresco.
Sugerencias para Servir
Acompaña este linguine con pan de ajo crujiente para mojar en la salsa. Añade una ensalada fresca con vinagreta para una comida equilibrada. Una copa de vino blanco frío complementa los sabores magníficamente.
Conservando las Sobras
Guarda las sobras en un recipiente hermético en la nevera hasta tres días. Recalienta suavemente en la estufa con un chorrito de nata para reavivar la salsa.
Por Qué Funciona Esta Receta
Esta receta trata sobre simplicidad y equilibrio. La salsa de vino blanco es rica pero no pesada, dejando que los camarones y las hierbas frescas brillen en cada bocado.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Por qué necesito enfriar la masa?
Enfriarla ayuda a que la mantequilla se solidifique y la harina absorba humedad. Esto hace que la masa sea más fácil de estirar y que las galletas mantengan su forma durante el horneado.
- → ¿Qué grosor debo darle a la masa?
Estira la masa hasta un grosor de 0,6 cm para mejores resultados. Si quedan muy finas serán crujientes, si son muy gruesas no se cocinarán uniformemente.
- → ¿Cómo saber cuándo están listas?
Las galletas deben rebotar ligeramente al tocarlas pero seguir blandas. Los tamaños diferentes necesitan tiempos distintos - pequeñas 6-8 minutos, medianas 8-10, grandes 12-14.
- → ¿Puedo preparar la masa con anticipación?
Sí, puedes refrigerar la masa toda la noche. Solo déjala fuera unos 15 minutos antes de estirarla para que sea más manejable.
- → ¿Por qué no debo usar melaza negra?
La melaza regular da el dulzor y sabor adecuados. La melaza negra es demasiado fuerte y amarga para estas galletas y tapará el sabor de las especias.
Conclusión
Las galletas de jengibre son una tradición festiva muy querida, que combina especias cálidas, dulce melaza y una textura blanda que las hace irresistibles. Estas galletas son ideales para hornear y decorar en fiestas, trayendo alegría y calidez a tus celebraciones navideñas.