01 -
En una procesadora o bol grande, combina la harina, azúcar y sal.
02 -
Añade los trocitos de mantequilla, mezclando hasta que obtengas una textura parecida a migajas gruesas.
03 -
De a poco, integra el agua helada hasta que la masa tome forma y se mantenga unida.
04 -
Envuelve la masa en plástico de cocina y guárdala en la nevera unos 30 minutos o congélala si prefieres usarla después.
05 -
Pela, corta por la mitad y luego haz rebanadas finitas de las cebollas en forma de medias lunas.
06 -
Estira la masa en forma de rectángulo (25 x 35 cm aprox.) y colócala sobre una bandeja cubierta con papel para hornear. Acomoda las medias lunas de cebolla encima en líneas diagonales, justo ligeramente sobrepuestas.
07 -
Distribuye el queso Manchego rallado por toda la superficie, seguido del tomillo y cebollín picado.
08 -
Usa un pincel de cocina para untar suavemente crema para batir sobre las cebollas.
09 -
Pon pequeños pedacitos de mantequilla sobre las cebollas para un acabado dorado.
10 -
Espolvorea una pizca de sal fina sobre toda la superficie.
11 -
Precalienta el horno a 200°C (400°F) y hornea durante 40 minutos o hasta que todo se vea dorado y las cebollas estén blandas.
12 -
Si notas que los bordes se doran demasiado, cúbrelos con papel aluminio mientras se hornea.
13 -
Deja reposar un poco antes de cortar en tiras, cuadrados o triángulos. Puedes servirla tibia o a temperatura ambiente.