01 -
Tritura las galletas utilizando un robot de cocina, rodillo o mortero. Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta formar una pasta homogénea.
02 -
En un molde redondo desmontable (20 cm de diámetro) previamente engrasado, coloca la mezcla de galletas con mantequilla y aplánala. Reserva en el refrigerador.
03 -
Coloca las hojas de gelatina en agua fría durante 8 minutos para hidratarlas. Alternativamente, puedes usar agar-agar.
04 -
Calienta la leche condensada hasta ebullición en un cazo o microondas. Escurre las hojas de gelatina y agrégalas una a una a la leche condensada caliente, batiendo rápidamente para integrar.
05 -
En un bol grande, mezcla el yogur griego con la leche condensada preparada. Integra completamente los ingredientes.
06 -
Bate la nata con unas varillas eléctricas hasta que esté montada. Incorpórala a la mezcla de yogur con movimientos envolventes hasta obtener una mezcla homogénea.
07 -
Saca el molde con la base de galletas del refrigerador y vierte la mezcla de relleno nivelando la superficie. Cubre el molde con papel film y refrigéralo por al menos 6 horas.
08 -
Desmolda la tarta con cuidado, pasando un cuchillo por los bordes. Decora con obleas, fondant o chispas de chocolate al gusto.
09 -
Guarda la tarta en el refrigerador y consúmela dentro de los 3-4 días posteriores a la preparación.