01 -
Toma 1/3 de taza de la mezcla de pollo y ponla sobre la parte ancha de cada croissant.
02 -
Envuélvelos bien y asegúrate de que estén compactos.
03 -
Coloca los rollos en una bandeja para hornear dejando un poco de espacio entre ellos.
04 -
Derrite en una cacerola el resto del queso, la crema de pollo y la leche hasta que esté todo cremoso.
05 -
Vierte la salsa sobre los rollos en la bandeja.
06 -
Hornea a 175°C durante 30-40 minutos hasta que estén dorados y burbujeantes.
07 -
Sírvelos calientes para disfrutar el mejor sabor.
08 -
Combina el pollo con media taza de queso en un tazón.
09 -
Agrega ajo en polvo y orégano, mezclando todo bien.