01 -
Extiende las láminas de hojaldre descongeladas hasta que queden delgadas (aproximadamente 3 mm de grosor) y luego córtalas en 4 cuadrados iguales por cada lámina.
02 -
En una mitad de cada cuadrado, unta una cucharadita de mostaza Dijon, añade una cucharada de queso, un poco de jamón y otra cucharada de queso. Asegúrate de dejar un borde sin relleno para sellar.
03 -
Humedécelos bordes con agua, dobla la masa formando triángulos y presiona para cerrarlos. Usa un tenedor para marcar y sellar bien los bordes.
04 -
Coloca los triángulos en bandejas con papel de hornear y ponlos en el refrigerador de 15 a 30 minutos. Mientras tanto, precalienta el horno a 200°C.
05 -
Barniza los triángulos con el huevo batido, haz pequeños cortes para que salga el vapor, y esparce hojas de tomillo fresco por encima.
06 -
Mete las bandejas al horno y hornea de 15 a 20 minutos, hasta que estén doraditos. Sírvelos inmediatamente, ¡recién horneados y crujientes!