01 -
Pon el horno a 180°C.
02 -
Coloca papel para hornear sobre la bandeja.
03 -
Bate la mantequilla junto con el azúcar hasta que quede cremosa. Añade la vainilla y luego la harina poco a poco.
04 -
En una superficie enharinada, estira la masa hasta que tenga un grosor de medio centímetro.
05 -
Cubre la masa con la mermelada, dejando espacio en los bordes.
06 -
Enrolla la masa formando un cilindro y colócala en el refrigerador durante media hora.
07 -
Corta el cilindro en rodajas de aproximadamente medio centímetro de grosor. Colócalas en la bandeja.
08 -
Hornea entre 12 y 15 minutos, hasta que los bordes estén dorados. Deja que se enfríen completamente sobre una rejilla.
09 -
Rocía el chocolate blanco derretido sobre las galletas ya frías.