01 -
En una cacerola pequeña, combinar el agua, el vinagre blanco, el azúcar, el ketchup y la salsa de soja. Si se usa, agregar jugo de piña, jengibre picado o ajo picado para más sabor. Revolver bien hasta que los ingredientes estén bien integrados.
02 -
Llevar la mezcla a fuego lento a fuego medio, revolviendo ocasionalmente, hasta que el azúcar se disuelva completamente.
03 -
Agregar lentamente la mezcla de maicena a la cacerola mientras se sigue revolviendo, permitiendo que la salsa se espese. Esto debería tomar entre 1-2 minutos. Asegúrese de que la mezcla de maicena esté bien incorporada antes de añadirla.
04 -
Cuando la salsa alcance la consistencia deseada, retirarla del fuego. Si queda demasiado espesa, agregar un poco más de agua o jugo de piña según sea necesario. Si es demasiado líquida, preparar más mezcla de maicena y añadirla, cocinando por un minuto adicional.
05 -
Dejar que la salsa se enfríe ligeramente antes de servir. Puede usarse de inmediato o almacenarse en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta una semana.