01 -
Enciende el horno y ponlo a calentar a 190°C (375°F).
02 -
Usa un rallador o procesador de alimentos para rallar la calabacita.
03 -
Espolvorea sal sobre la calabacita rallada para que suelte el agua. Déjala reposar unos 10 minutos.
04 -
Con un trapo limpio de cocina, exprime toda la humedad de la calabacita.
05 -
En un bol grande, mezcla la calabacita escurrida, pan molido, queso parmesano, huevo (o equivalente), cebolla rallada, perejil, orégano, sal y pimienta.
06 -
Revuelve bien hasta que todo quede incorporado y tengas una mezcla homogénea.
07 -
Forma bolitas con las manos del tamaño un poco menor a una pelota de golf. Deberías obtener como 12 piezas.
08 -
Coloca papel para hornear en una bandeja o engrásala ligeramente con aceite de oliva.
09 -
Coloca las bolitas en la bandeja y ruédalas ligeramente para que queden cubiertas con un toque de aceite de oliva.
10 -
Mete la bandeja al horno y hornea por unos 30 minutos. Voltea las bolitas de vez en cuando para que se doren por igual.
11 -
Acompaña las bolitas de calabacita con tu salsa marinara favorita. También puedes servirlas con arroz, en un bocadillo o con pan para remojar en la salsa.