01 -
Antes de comenzar, asegúrate de que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente. Esto incluye sacar la leche Lactaid y la mantequilla del refrigerador unos 30 minutos antes de empezar.
02 -
Calienta la leche Lactaid hasta que esté tibia (alrededor de 40°C). Disuelve la levadura y una pizca de azúcar en la leche. Deja reposar durante 10 minutos hasta que se forme una espuma en la superficie.
03 -
En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar restante y la sal. Haz un hueco en el centro para añadir los líquidos.
04 -
Vierte la leche con la levadura en el centro de los ingredientes secos y añade la mantequilla. Mezcla bien y amasa durante 8-10 minutos hasta que la masa esté suave y elástica.
05 -
Coloca la masa en un bol ligeramente engrasado y cúbrela con un paño húmedo. Deja que repose en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que haya doblado su tamaño.
06 -
Una vez que la masa haya fermentado, golpea suavemente para liberar el aire y dale forma según tu preferencia. Colócala en un molde engrasado o en una bandeja para hornear.
07 -
Deja que el pan repose nuevamente durante 30-40 minutos en un lugar cálido, hasta que haya aumentado de tamaño.
08 -
Precalienta el horno a 180°C. Hornea el pan durante 25-30 minutos, o hasta que esté dorado en la parte superior. Si la corteza empieza a dorarse demasiado rápido, cúbrelo con papel de aluminio.
09 -
Retira el pan del horno y deja enfriar completamente sobre una rejilla antes de cortarlo para disfrutar la textura perfecta.