01 -
Lava bien las frutas. Pela las manzanas verdes, quita el corazón y córtalas en trozos pequeños. Exprime un limón para obtener jugo fresco.
02 -
Coloca las manzanas cortadas en una olla con un poco de agua para evitar que se peguen. Cocina a fuego medio hasta que comiencen a ablandarse, revolviendo ocasionalmente.
03 -
Agrega azúcar y jugo de limón a la fruta cocida. Sigue cocinando a fuego bajo mientras remueves constantemente para combinar todos los ingredientes.
04 -
Deja caer una pequeña cantidad de la mezcla sobre un plato frío para verificar si la textura es lo suficientemente espesa. Si no, cocina por unos minutos más para espesar.