01 -
Toma un papel de horno para cubrir una bandeja. Muele los arándanos con 1/4 de taza de azúcar hasta que queden bien triturados.
02 -
Combina la harina con el resto del azúcar en un bol. Incorpora la mantequilla fría hasta que tenga una consistencia arenosa. Luego mezcla el extracto, los arándanos procesados, la ralladura y el jugo de naranja.
03 -
Amasa la mezcla hasta que quede compacta. Forma un cilindro de 5 cm de diámetro y envuélvelo con plástico transparente.
04 -
Pon la masa en el refrigerador por al menos 2 horas o hasta un máximo de 3 días.
05 -
Precalienta el horno a 160°C. Corta la masa en rodajas de 1/2 cm y pásalas por azúcar antes de hornear. Cocina entre 12 y 15 minutos, hasta que estén firmes.
06 -
Espera unos minutos antes de mover las galletas a una rejilla para que terminen de enfriarse.