01 -
En una sartén de acero inoxidable, derrite la mantequilla a fuego medio hasta que los sólidos tomen un color ámbar (unos 10 minutos). Vierte todo, incluyendo los pedacitos dorados, en un bol para mezclar.
02 -
Mezcla los granos molidos de espresso con la mantequilla derretida y deja enfriar hasta que alcance temperatura ambiente (unos 20-30 minutos).
03 -
Bate los dos tipos de azúcar con la mezcla de mantequilla enfriada durante un minuto hasta que se integre bien.
04 -
Incorpora el huevo, la yema y el extracto de vainilla, batiendo hasta que todo quede suave.
05 -
Con cuidado, mezcla la harina, el bicarbonato de sodio, la sal y el chocolate picado hasta que quede justo integrado.
06 -
Haz porciones de masa con una cuchara para galletas y colócalas en una bandeja cubierta con papel de hornear. Lleva la bandeja al congelador por al menos 3-4 horas (mejor si es toda la noche).
07 -
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Coloca las galletas congeladas con una separación de 5 cm y hornea por 10-12 minutos hasta que los bordes estén dorados, pero el centro aún se vea pálido e inflado.
08 -
Deja que se enfríen directamente en la bandeja sobre una rejilla para enfriar.