01 -
Lava las lechugas bajo el grifo y sécalas con una centrifugadora o papel de cocina. Trocea en piezas más pequeñas y colócalas en una fuente amplia.
02 -
Pela la rodaja de piña fresca y córtala en pequeños daditos. Añade los trozos a las lechugas.
03 -
Desmenuza el requesón fresco y repártelo uniformemente sobre la mezcla de lechugas y piña.
04 -
Trocea ligeramente los anacardos y espárcelos por encima de la ensalada.
05 -
En un bol pequeño, mezcla zumo de limón, aceite de oliva y una pizca de sal. Bate con un tenedor hasta emulsionar.
06 -
Vierte el aliño sobre la ensalada justo antes de servir. Mezcla bien los ingredientes para distribuir el aliño uniformemente.
07 -
Sirve la ensalada en porciones individuales o colócala en la mesa para que todos puedan servirse.