01 -
Enciende tu horno a 200°C (400°F). Retira las capas externas de papel del ajo, dejando intactas las pieles alrededor de los dientes. Con un cuchillo afilado, corta la parte superior de la cabeza (aproximadamente ¼ de pulgada) para que los dientes queden expuestos.
02 -
Coloca la cabeza de ajo en un trozo de papel aluminio. Rocía bien con aceite de oliva para que los dientes se impregnen. Envuelve el ajo con el papel aluminio de manera suelta, ponlo sobre una bandeja pequeña y ásalo durante 40 minutos o hasta que huela delicioso.
03 -
Una vez que el ajo esté lo suficientemente frío para manipularlo, exprime los dientes caramelizados y suaves directamente en tu licuadora o procesador de alimentos. Agrega el yogur griego, el queso feta desmenuzado, el aceite de oliva y el jugo de limón fresco.
04 -
Licúa todo hasta que quede una mezcla muy suave, rascando los lados del procesador según sea necesario. Ajusta con sal y pimienta al gusto y dale una última mezcla antes de transferirlo a un recipiente para servir.
05 -
Termina el dip con más aceite de oliva por encima, un puñado de hierbas frescas y, si te gusta el picante, algunas hojuelas de chile rojo. Acompáñalo con tus dippers favoritos: desde pan pita tibio hasta vegetales frescos y crujientes.