01 - 
                Pon el horno a 220°C. Forra una bandeja para hornear con papel encerado que soporte altas temperaturas y rocía con spray de aceite vegetal u oliva.
              
              
              
                02 - 
                Haz rodajas delgadas de 3 mm de las calabacitas, ponles ½ cucharadita de sal y déjalas reposar en un colador por 30 minutos.
              
              
              
                03 - 
                Enjuaga las rodajas de las calabacitas para quitar el exceso de sal y sécalas completamente con toallas de papel.
              
              
              
                04 - 
                Coloca las rodajas en una sola capa sobre la bandeja preparada, rocía un poco de aceite encima y hornea por 15 minutos.
              
              
              
                05 - 
                Saca del horno y espolvorea las rodajas con el resto de la sal, la pimienta, el ajo en polvo y el parmesano rallado. No es necesario darle vuelta.
              
              
              
                06 - 
                Regresa la bandeja al horno y hornea de 15 a 20 minutos más para que se doren y estén crujientes. Ve retirando las que se doren primero.