01 -
Revuelve la masa con agua hasta que quede sin grumos.
02 -
Calienta la leche con los trozos de canela sin que llegue a hervir.
03 -
Pasa la mezcla de masa por un colador mientras la agregas a la olla con leche.
04 -
Mueve constantemente hasta que espese y empiece a hervir suavemente.
05 -
Reduce el fuego. Añade chocolate, piloncillo y vainilla, mezclando hasta que todo se derrita.
06 -
Si prefieres una textura aún más suave, cuela la mezcla antes de servir.