01 -
Pon la leche tibia con el azúcar en un bol grande, espolvorea la levadura y deja que se forme espuma por unos 5 minutos
02 -
Añade harina, mantequilla derretida y sal. Amasa a mano por 4 minutos o usa el gancho amasador hasta que quede suave. Agrega más harina si parece pegajosa
03 -
Pasa la masa a un bol aceitado, cúbrela con una toalla húmeda, espera entre 20 y 30 minutos hasta que duplique su tamaño
04 -
Prende el horno a 230°C, coloca papel para hornear sobre las bandejas, y hierve una solución con agua y bicarbonato
05 -
Divide la masa en 12 piezas. Haz rollitos de unos 2 cm de grosor y corta trocitos de 2½ cm cada uno
06 -
Cuece los trozos en tandas durante 30 segundos en el agua con bicarbonato, luego ponlos en las bandejas listas
07 -
Pinta con el huevo batido, espolvorea la sal y hornea entre 12 y 14 minutos, o hasta que estén dorados
08 -
Si quieres, barniza los pretzels recién horneados con más mantequilla y cómelos calientitos